La cirugía capilar del injerto de pelo ha ido adquiriendo gran popularidad en los últimos años, puesto que las técnicas que se emplean para llevarla a cabo se han modernizado en gran medida y, en la actualidad, cuentan con una tecnología muy avanzada que permite obtener resultados rápidos y satisfactorios. No obstante, esta práctica abarca múltiples técnicas, y dependiendo del nivel de alopecia que tenga el paciente se pueden recomendar unas u otras.

El método de trasplante capilar más común es la técnica FUE, una técnica que consiste en extraer unidades foliculares de las zonas donantes del cuero cabelludo, para, a continuación, someterlas a un tratamiento químico, e introducirlas después en las áreas alopécicas. Casi todas las técnicas de implante de pelo siguen estos mismos pasos, aunque no todas los llevan a cabo de la misma manera o no los realizan todos, como es el caso de la técnica DHI.

¿En qué consiste la técnica DHI?

Las siglas DHI responden a Direct Hair Implantation, es decir, implantación directa de pelo. Esta técnica, al igual que sucede en la técnica FUE, consiste en extraer folículos pilosos válidos de las zonas donantes para introducirlas, a posteriori, en las zonas receptoras, pero se diferencia en un elemento esencial, y es que la técnica DHI se lleva a cabo con unas agujas específicas llamadas plumas implementadoras o agujas «choi», motivo por el cual este procedimiento también se conoce como «método choi».

Las plumas implementadoras cuentan con una punta hueca, en la que se introduce el folículo que se extrae y que va a introducirse. Existen modelos con diferentes diámetros en función del grosor del cabello, y el procedimiento que se sigue en este método es muy sencillo. Se introduce la aguja hueca en la zona donante del cuero cabelludo y se extrae el folículo, que entra en el hueco de la pluma, y a continuación se implanta ese mismo folículo en la zona receptora, sin necesidad de hacer una incisión previa, puesto que la aguja ya que se encarga de ello.

Una de las diferencias principales que separan esta técnica del método FUE es el hecho de que la unidad folicular se implanta de manera directa, sin tener que tratarse químicamente entre su extracción y su inserción. Esta forma de implante de cabello es una de las más innovadoras en el mundo de la cirugía capilar, y son cada vez más los que se especializan en ella, puesto que es un método diferente y ha de realizarse por expertos específicos de esta técnica.

¿Quién puede realizarse la técnica DHI?

Aunque la técnica DHI cada vez se realiza con más asiduidad, no es el método más indicado para todo el mundo. Esta técnica solo está indicada para aquellos pacientes que presenten niveles bajos de alopecia y/o para personas jóvenes, menores de 40 años, y la decisión de realizar o no esta metodología queda en manos del médico, ya que no todos son aptos para esta práctica.

Por norma general, la técnica que más se suele recomendar para personas mayores de 40 o para aquellos cuyo nivel de alopecia sea superior es la técnica FUE, pero esta también puede ser la más indicada para casos de pacientes jóvenes, en función del grosor del cabello y de la calidad de las zonas donantes del cuero cabelludo.

En esta misma línea, al tratarse de una de las técnicas más innovadoras de cirugía capilar, las agujas no están adaptadas, de momento, a todo tipo de pelo. Este método se comenzó a poner en práctica con personas asiáticas, cuyo cabello se caracteriza por ser especialmente fino, de modo que los resultados fueron muy positivos con un grosor bajo, pero si el cabello tiene una naturaleza distinta a ésta puede no ser la técnica más apropiada, ya que las plumas no ofrecen diámetros preparados para toda clase de cabello.

¿Cuáles son los beneficios de la técnica DHI?

Si bien esta técnica resulta limitante, puesto que puede no ser válida para muchas personas en función de sus circunstancias, lo cierto es que ofrece múltiples ventajas para aquellos pacientes que quieran y puedan optar a ella.

Al extraerse e implementarse de manera directa, el folículo piloso pasa mucho menos tiempo fuera del cuerpo, lo que se traduce en una implementación más fuerte y segura, sin tratamiento químico de por medio. Además, es una intervención más rápida debido a múltiples factores: la carencia, precisamente, del tratamiento previo de los folículos, y el hecho de que la técnica DHI está indicada para personas con un nivel bajo de alopecia, por lo que no necesitan tantos grafts.

Entre sus desventajas encontramos el hecho de que no se puede realizar en todo el mundo, por lo que no es un método universalmente válido como puede ser la técnica FUE. Por otro lado, es también preciso tener en mente que se trata de una técnica ligeramente más cara que otras, ya que el instrumental quirúrgico que se precisa es diferente y los especialistas deben ser también expertos en esta técnica en específico, habiendo un número menor de profesionales DHI por ser esta técnica una metodología nueva.