Técnica DHI

Claves y beneficios

La técnica DHI es la técnica más novedosa en el campo de la cirugía capilar. Se caracteriza por utilizar una herramienta específica conocida como «implantador DHI» o aguja tipo «choi». La extracción de los folículos es muy similar a otras técnicas de trasplante, pero su implementación es bastante diferente.

¿En qué consiste la técnica DHI?

El significado de DHI responde a «Direct Hair Implantation», y se trata de una implementación del cabello directa. Consiste en la extracción de folículos de la zona donante del cuero cabelludo, paso que comparte con la mayoría de las técnicas de inserción capilar, pero se caracteriza por el uso de una pluma implantadora llamada «choi», motivo por el cual esta técnica es conocida también como «método choi».

Esta pluma consiste en una aguja hueca en la que se introduce el folículo que se ha extraído, y se implanta directamente sin pasar por tratamiento químico. Esto supone una ventaja porque el tiempo que el folículo pasa fuera del cuerpo es muy inferior al que transcurre cuando se ha de tratar, por lo que la implementación resulta más fuerte y segura. Al utilizar este instrumento no es necesaria la creación de microcanales, puesto que la aguja es la encargada de realizar la incisión en el momento mismo del trasplante.

Ventajas de la técnica DHI

La técnica DHI o método choi ofrecen diversas ventajas en comparación con otras técnicas, ya que el sistema de implementación varía en gran medida.

  • No es necesario rasurar la zona receptora.

  • Los injertos no pasan tanto tiempo fuera del cuerpo, fortificando el implante.

  • La recuperación es más rápida.

  • El daño a los tejidos cercanos del área receptora es mínimo.

  • No produce costras ni cicatrices.

  • Se consigue mayor densidad por metro cuadrado.

  • Los folículos no se tratan químicamente.

  • Al implementarse mediante una aguja, es más fácil controlar la dirección del folículo.

Realizar un trasplante de pelo con la técnica DHI permite conseguir una mayor densidad en el área receptora, por lo que el resultado final es más atractivo. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que esta metodología tiene ciertas limitaciones dependiendo de las circunstancias. No todo el mundo es apto para esta intervención, puesto que los implantadores DHI cuentan con unas medidas específicas y dependiendo del grosor del folículo funcionarán mejor o peor.

En esa misma línea, el método DHI de injerto capilar se aconseja sobre todo para pacientes que presenten un nivel bajo de pérdida de cabello. Esta decisión ha de tomarla el médico encargado de la cirugía capilar, pues dependiendo del caso será más apropiada la técnica FUE.

Cómo se realiza la técnica DHI

El primer paso del injerto DHI es muy similar al de la técnica FUE y similares, exceptuando que en este proceso no es necesario rasurar el área receptora. Se dibuja el perfil frontal del paciente para tener una guía sobre la que trabajar y, tras anestesiar la zona donante, se extraen uno a uno los folículos, implementándolos en la zona receptora nada más extraerlos.

Las plumas choi cuentan con una punta hueca en la que se sitúa el folículo extraído y un sistema de empuje. En este tipo de técnica la precisión es mucho más delicada, colocándose siempre la aguja en un ángulo de entre 40º y 45º sobre el cuero cabelludo y realizando con mucho cuidado el empuje para introducir poco a poco el pelo en el microcanal, abierto por la propia aguja.

La técnica DHI en Turquía tiene una variación conocida como técnica DHI con punta de zafiro, caracterizada, precisamente, por la punta de zafiro de las agujas choi. El procedimiento es muy similar, pero la punta de zafiro del instrumento hace que la incisión sea más precisa, lo que favorece la implementación del cabello y reduce la agresividad de la técnica, que ya es mínima.

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