La caída del pelo es un problema que afecta a gran parte de la población, especialmente al sector masculino. Son cada vez más los que se preguntan si existen técnicas o tratamientos efectivos que les permitan saber cómo recuperar el pelo perdido, puesto que, de un tiempo a esta parte, este campo se ha visto ampliado y mejorado a muchos niveles. A diario nos llegan consultas con respecto a las posibilidades reales de recuperar pelo, por lo que en este artículo hemos reunido todas las respuestas a ese tipo de cuestiones para que conozcas cuáles son los tratamientos más efectivos hasta la fecha para lidiar con la pérdida de pelo.
¿Por qué se cae el pelo?
Conocer el origen y las causas de nuestra pérdida de cabello es de vital importancia para saber cuál es la solución más acertada. Son muchos los motivos por los que se cae el pelo, y muchas veces esta caída es reversible, en función del motivo y de la fase en la que empezamos a tratarla. Si bien la mayoría de las personas se ve afectada por la alopecia androgénica, lo cierto es que la calvicie puede venir dada por otros factores.
Sin ir más lejos, la alopecia androgénica es la calvicie más común y se produce por un aumento de los andrógenos en determinadas áreas del cuero cabelludo, genéticamente predispuestas a esta afección. Este tipo de pérdida de cabello se manifiesta principalmente en las zonas frontales o parietales, comúnmente conocidas como las entradas y la coronilla. Al tratarse de la calvicie más común, la alopecia androgénica suele constituir el principal motivo por el que los varones pierden el pelo, si bien es algo que también puede afectar a las mujeres.
Por otro lado, la segunda causa más habitual de alopecia es el estrés o la ansiedad. Cuando nos vemos sometidos a un período prolongado de estrés, el nerviosismo se refleja en la pérdida de cabello puntual, aunque esta puede ser masiva. A este tipo de caída se le llama alopecia nerviosa puesto que responde a una afección en los nervios, y sus efectos pueden detectarse muy rápido, si bien se trata de un tipo de alopecia reversible.
Los malos hábitos también pueden ser un aliado bastante fuerte de la calvicie. Fumar, beber y no alimentarse adecuadamente, provocando así una carencia de nutrientes y vitaminas, son algunas de las costumbres que pueden provocar la caída del cabello o una mala calidad capilar. Del mismo modo, descuidar higiénicamente el cabello puede provocar la caída, no solo desde el punto de vista de la falta de lavados sino también por exceso o por productos inadecuados.
Cómo recuperar tu pelo
Los diferentes tratamientos que existen actualmente para recuperar el cabello dependen casi por entero de las causas que originen la caída. Por ejemplo, la alopecia nerviosa puede tratarse fácilmente localizando la situación de estrés que la está generando y tratando de erradicarla, pues eso ayudará a calmar los nervios del paciente y la calvicie, además de frenarse, también se revertirá.
Asimismo, si el motivo por el cual se produce la caída del cabello es una mala alimentación y una falta tangible de nutrientes, existen componentes vitamínicos que pueden ayudar a restaurar las vitaminas faltantes para mejorar la calidad capilar y favorecer el crecimiento del pelo. Aun con todo, siempre resulta recomendable que el paciente modifique su dieta para implementar los alimentos que incluyan esas vitaminas, puesto que una alimentación más completa y rica en nutrientes favorecerá en mayor medida la recuperación del pelo.
No obstante, si la calvicie es genética el tratamiento no será tan sencillo, ya que las causas que lo provocan tampoco lo son. Actualmente existen múltiples técnicas muy eficientes no solo para frenar la caída sino también para recuperar el pelo perdido, motivo por el cual son cada vez más los que nos consultan por el tratamiento para la caída del cabello más eficaz en la actualidad. Afortunadamente, son muchos.
Tratamientos capilares que funcionan
Dependiendo tanto de la fase en la que se encuentre la alopecia, como el motivo por el cual se ha originado, unos tratamientos serán más efectivos que otros. Existen opciones muy variadas gracias a la ampliación de este campo de la medicina, pero siempre es recomendable acudir a un profesional para que realice un diagnóstico de la alopecia del paciente y pueda recomendar un tratamiento u otro, en función de diversos factores.
- El tratamiento de ketoconazol se utiliza para lidiar con la calvicie provocada por hongos o levaduras. Existen determinadas afecciones cutáneas que provocan que el folículo piloso se cierre, lo que refleja en una pérdida de cabello en tanto que este deja de crecer. El ketoconazol es un antifúngico que se aplica a la zona afectada, elimina la afección y reabre los folículos. No obstante, se trata de un tratamiento únicamente válido en caso de que la causa de la calvicie sea efectivamente un hongo.
- Los tratamientos tópicos son aquellos orientados principalmente a las primeras fases de la calvicie, en los que esta se encuentra en estado menos avanzado. Se administra por vía tópica, lo que significa que se implementan únicamente en la zona afectada. Por norma general, este tipo de tratamientos se encontrarán en forma de champú, loción u otros productos capilares que se apliquen sobre la zona afectada.
- Los tratamientos orales, como su propio nombre indica, se ingieren por vía oral y son especialmente populares. Sus efectos suelen ser visibles en poco tiempo, aunque no son idóneos para recuperar el cabello perdido. Fortalecen, no obstante, el pelo, favorecen su crecimiento y mejoran el cabello existente.
- Los injertos capilares se han convertido en el tratamiento más eficaz e innovador para recuperar el pelo. Se trata una técnica que solo se lleva a cabo si el cuero cabelludo del paciente es capaz de aportar folículos válidos, por lo que es perfecto para recuperar el pelo de las entradas o el pelo de la coronilla. Dentro de este tratamiento existen diversas técnicas, entre las que destaca la técnica FUE, consistente en la extracción de unidades foliculares de las zonas donantes y en el implante de estas mediante microincisiones en las áreas alopécicas.
Estos son los tratamientos más comúnmente utilizados en la actualidad, puesto que su eficacia se ha probado en numerosas ocasiones. No obstante, y como ya hemos mencionado, es preciso cerciorarse de la fase de la alopecia en la que se encuentra el paciente para aplicar uno u otro, siempre bajo la supervisión de un médico especialista.