Para llevar a cabo el trasplante de pelo se puede optar por diferentes técnicas, si bien la mayoría de ellas implican un tratamiento previo del cuero cabelludo con una solución llamada PRP, siglas que responden a «plasma rico en plaquetas».

El plasma rico en plaquetas se ha comenzado a usar en distintos campos de la medicina, aunque su uso predomina especialmente en la medicina deportiva y en la estética. Es un compuesto que se extrae del mismo sujeto sobre el que va a aplicarse, por lo que se trata de un procedimiento autólogo, y sus beneficios son múltiples y en diferentes aplicaciones, si bien en el trasplante de pelo destaca por los resultados que se pueden obtener si la zona receptora es tratada con PRP antes de implementar las unidades foliculares.

El motivo por el cual el plasma rico en plaquetas se ha convertido en un paso intermedio de vital importancia en algunas técnicas de injerto capilar se debe a sus propiedades de bioestimulación, lo que quiere decir que regenera más rápidamente la piel, activa el riego sanguíneo y favorece el crecimiento del pelo implantado.

¿Cómo se consigue el PRP?

El plasma rico en plaquetas, como ya hemos mencionado, se extrae de propio paciente, pero la manera en que se consigue que tenga efectos tan positivos requiere de un procedimiento más específico.

El primer paso consiste en extraer sangre del paciente. Este paso se realiza exactamente igual que una analítica, ya que no se necesario ningún tipo de instrumental específico.

La sangre extraída se centrifuga durante unos minutos, lo que deriva en que las células rojas y las blancas se separen de las plaquetas, facilitando así una mayor concentración de plaquetas en el plasma.

Del plasma resultante se selecciona aquel que contenga un número mayor de plaquetas. Esta concentración de plaquetas es lo que permite estimular el crecimiento del pelo.

Cuando ya disponemos del plasma rico en plaquetas que necesitamos, lo introducimos en el área receptora con rápidas inyecciones para que se expanda por la parte del cuero cabelludo a tratar.

El motivo por el cual el PRP ha de extraerse del propio paciente al que se va a tratar es porque, de ese modo, su cuerpo no rechazará el plasma.

¿Para qué sirve el plasma durante un trasplante capilar?

Inyectar plasma rico en plaquetas en la zona receptora consigue que la implementación de los folículos pilosos sea mucho más efectiva. Es la forma más habitual y eficiente de tratar el cuero cabelludo para que éste se encuentre receptivo ante el injerto de pelo.

Asimismo, el PRP capilar no sirve únicamente para facilitar el proceso durante la intervención, sino también para garantizar unos resultados mejores y más rápidos. Cuando se lleva a cabo un tratamiento PRP se bioestimula la zona receptora, acelerando la recuperación y favoreciendo el crecimiento del pelo.

Técnica FUE y PRP

La técnica fue es uno de los métodos de injerto capilar más populares actualmente, ya que es la práctica que más se lleva a cabo sobre los pacientes que buscan un trasplante de pelo.

Este método se caracteriza por la extracción de los folículos pilosos de una zona donante y su introducción en una zona receptora. No obstante, la implementación de las unidades foliculares en el cuero cabelludo no es inmediata a su extracción, por lo que el tratamiento intermediario de plasma rico en plaquetas ha contribuido a una mejora considerable de los resultados que se obtienen mediante esta técnica.

La inyección del plasma rico en plaquetas en las zonas receptoras se administra en función de las características del paciente y de la conveniencia del equipo médico, por lo que, dependiendo del estado del cuero cabelludo y del procedimiento que se lleve a cabo, el PRP se implementará en el cuero cabelludo antes, durante o después del injerto capilar, si bien sus efectos no varían independientemente de cuándo se suministre.

Beneficios del tratamiento con plasma rico en plaquetas

Las ventajas del plasma rico en plaquetas durante un trasplante capilar son muchas, de ahí que se emplee este tratamiento en muchas de las técnicas de injerto, salvo contadas excepciones como es el método DHI.

Se realiza bajo anestesia local, al igual que el resto del procedimiento, por lo que se trata de un proceso totalmente indoloro.

Favorece la cicatrización.

Acelera el proceso natural de recuperación de los tejidos del cuerpo, por lo que favorece y potencia el crecimiento de los pelos injertados.

Se evita la deshidratación de los folículos pilosos una vez se han extraído. En técnicas en las que no se utiliza el plasma rico en plaquetas esta deshidratación no tiene por qué ser un problema, ya que en la técnica DHI el injerto es inmediato a la extracción y el folículo pasa poco tiempo fuera del cuerpo, pero recurriendo al tratamiento PRP es necesario que esta deshidratación no tenga lugar.

No genera posibles alergias ni hay riesgo de rechazo al tratarse de plasma extraído del propio paciente.

Evita que el folículo se vea privado de nutrientes al desprenderlo del riego sanguíneo, y contribuye a paliar el efecto de volver a recibirlos una vez se ha implementado, por lo que reduce los posibles daños de la unidad folicular entre la extracción y el injerto.

Facilita un enraizamiento de los folículos adecuado.

A estos beneficios hay que sumarles el hecho de que se trata de un proceso muy rápido que no ralentiza, en absoluto, la intervención de trasplante capilar, además de que su efectividad está clínicamente probada.